Siempre lo digo y es que siempre lo pienso. Cada vez que piso algún lugar nuevo, tengo en mi cabeza la certeza de que volveré. Es automático, es un sentimiento intrínseco cuando viajo, igual es por eso que no me cuesta tanto marcharme de ningún sitio. Porque sé que volveré.
Recuerdo el año pasado, escribiendo el segundo post sobre Benecko y hablando de las segundas impresiones de un mismo lugar. Bien, ahora os vengo a hablar de mi tercera vez en esta pequeña y tranquila montaña.
Vivir en una gran ciudad tiene muchísimas ventajas, aunque muchas veces no viene mal tomarse un fin de semana off y escapar a algún sitio tranquilo, alejado y si se puede cambiar de país, mejor.
¿Y qué mejor sitio para tomar un respiro que en un pueblo nevado perdido en una montaña de la República Checa?
Si bien es cierto que viajar es mi pasión, aquí en Berlín tengo una rutina. No soy de las que lo dejé todo y me dediqué a viajar. Y aunque mi rutina mola, es verdad que me encanta la sensación de levantarte por la mañana en una nueva ciudad, en un sitio diferente, mirar por la ventana y ver un paisaje al que no estás acostumbrada, para mi es uno de los placeres de la vida. No sé si os lo he contado alguna vez pero me encanta mirar por la ventana, da igual el sitio donde esté. Cada ventana tiene una perspectiva única de un paisaje, el cual solo lo descubres asomándote.
Por las mañanas estas eran las vistas que tenía de Prosečné.
Prosečné es un pueblecito muy pequeño, con prácticamente tres calles, situado en las Montañas Gigantes en la República Checa.
La razón por la que elegimos este pueblo para dormir es simple, quedaban habitaciones libres y no se nos iba de precio. Como siempre, planeamos todo unos días antes y como era de esperar ya estaba casi todo reservado. No porque vaya mucha gente, sino porque hay dos hostales mal contados.
Tuvimos mucha suerte, alquilamos un apartamento muy mono que era realmente una granja y los dueños hasta nos trajeron el desayuno a la habitación por la mañana. Os dejaré toda la información sobre este apartamento abajo en la cajita de información, porque realmente merece la pena ir, los dueños son un amor.
Como os dije antes, el apartamento formaba parte de una granja, por eso estábamos rodeados de animales y por la mañana eran nuestro entretenimiento.
Respecto a la temperatura, aunque el cielo estuvo despejado durante todo el finde, llegamos hasta los -20º.
La primera mañana cuando nos montamos en el coche para ir a Benecko, nos dimos cuenta que la botella de agua que habíamos dejado en el coche se había congelado literalmente.
ALOJAMIENTO EN BENECKO, REPÚBLICA CHECA
Nos alojamos en el hotel Farma Basarovi. Básicamente son dos o tres apartamentos con una habitación, un salón cocina con comedor y dos baños.
– Precio: 35€/noche el apartamento. Fuimos tres personas así que por persona han sido unos 12€/noche.
– ¿Cómo llegar a Benecko desde Prosečné?: se tarda unos 30 minutos en coche.
El camino hacia Benecko
Sinceramente, hasta el día de hoy es uno de los paisajes más bonitos por los que he conducido. De verdad, no me cansa conducir si voy por carreteras donde puedo contemplar este paisaje.
Si tienes la suerte de pillar el atardecer en esta carretera, podrás ver algo así.
Esquiar/Snowboard en la República Checa
Lo que más me gusta de venir a hacer snowboard a Benecko es que es un lugar amplio, bonito y sobre todo, tranquilo. A excepción de unos cuantos alemanes, no hay ningún turista, por lo que las pistas están muy despejadas y se tiene mucho espacio para hacer el indio y tirarse con el snow a la aventura.
Si nunca has hecho snowboard y te gustaría aprender, no te preocupes Benecko es tu sitio. No solo es muy barato, sino que también tiene pistas muy pequeñas para principiantes en los que si te vas a tirar desde cuestas pequeñas no hace falta pagar.
INFORMACIÓN ÚTIL PARA ESQUIAR EN BENECKO, REPÚBLICA CHECA
- Precios alquiler del equipo de esquí: en mi caso hago snowboard, pero los precios son los mismos, unos 8€ el día completo (incluyendo botas, casco y tabla).
- Precio del forfait: hay dos modalidades de tarjetas:
- Tarjeta día completo o por horas: el precio es de unos 30€ por día.
- Tarjeta por puntos: cada pista vale una cantidad de puntos diferente y pagas por puntos.
- Tipos de pistas Benecko: como he dicho antes, hay muchas pistas repartidas por toda la montaña y hay de desde pistas rojas y negras (para los profesionales) hasta pistas muy pequeñas para principiantes.
Aquí os dejo el mapa pistas de Benecko, para que tengáis una idea de dónde están las pistas y las zonas de restaurantes y hoteles.
- Datos de la montaña: tiene una elevación de 750 – 1000 metros, tiene 12 pistas (alguna de ellas son nocturnas)
- Información útil para esquiar en La Montaña de los Gigantes: para más información aquí os dejo el link donde podéis encontrar todas las estaciones de esquí que hay en esa montaña.
Las pistas se comunican con caminos, sin necesidad de tener que bajar e ir andando. Aquí os dejo una foto del que comunica las dos pistas más grandes.
Para más información sobre la estación de esquí de Benecko, lee mi artículo Días blancos en Benecko, República Checa.
Y me despido otro año más de Benecko con un atardecer mágico a través de una ventana.
La última foto es una de mis preferidas, mi amiga Clarissa sentada en el restaurante al que siempre voy en Benecko, mirando por la ventana.
Y aquí os dejo el video de mi viaje a la República Checa.
4 Comments
Qué paisaje más bonito. Y eso de alojarse en una granja debe tener un encanto especial… 🙂
¡Besotes!
Si Alize, la experiencia fue increíble y muy tranquila 🙂
Un abrazo!
Hola Montse. Me gusta mucho tu blog. Es muy bonito y especial. Estamos pensando en ir a la República Checa a esquiar. Somos 2 adultos y 5 niños. Adolescentes. Hemos pensado en klinovec o bozidar que esta en la frontera con Alemania. Tú has estado?. Que te parece ?. Nos podrías recomendar un hotel o sitio donde ir por favor, tengo mucho lío.
Muchas gracias
Hola María, pues nunca he estado en los sitios que comentas, pero sí he estado muchas veces en Benecko, está en el norte de la República Checa, cerca de la frontera con Alemania y Polonia. Lo recomiendo mucho para viajar y tener unas vacaciones en la nieve con niños. Hay pistas pequeñas y grandes, es una zona muy familiar y tranquila.
¡Seguro que te encantará! 🙂
Saludos!!