Conocí lo que era la nieve de verdad a una edad tardía, quizás esa es la razón por la que me apasiona. Desde pequeña era una realidad que solo veía en las películas y por la que sentía una curiosidad enorme. Grandes paisajes nevados hasta donde la vista alcanza a ver, bosques blancos, casas de madera, chimeneas y ver de nevar por la ventana, lo que es un «invierno normal» en muchas partes del mundo es algo que queda bastante lejos de donde yo nací.
Hace varios años que tuve la oportunidad ver por primera vez una ciudad completamente blanca en invierno, la primera impresión fue desde el avión y aún recuerdo las ganas que tenía de bajarme de ahí para verlo todo de cerca, me parecía todo tan mágico… El año pasado viajé a Zakopane un pequeño pueblo al sur de Polonia, fueron más que nada unas vacaciones de esquí, aunque también disfruté como un niña chica de todo el paisaje que me rodeaba.
Mi viaje de esquí en Benecko ha sido súper express, sólo estuve tres días, no ha sido mucho, aunque en vez de ir un tiempo más largo he decidido que voy a ir más veces, ¡exactamente en dos semanas vuelvo!
Salí de Berlín en coche muy temprano, sobre las 5 de la mañana y aunque según Google Benecko está a unas 5 horas de Berlín, tardé un poquito más debido a las condiciones de la carretera.
Llegada a Benecko
Benecko es un pequeño pueblo localizado en La Montaña de los Gigantes (Krkonoše), al norte de la República Checa haciendo frontera con Polonia. La carretera para llegar no es mala aunque hay que ir con cuidado porque es bastante estrecha y los locales -que se la conocen de memoria- conducen muy rápido y adelantan a una velocidad de vértigo.
En cuanto llegamos a Benecko puesto que no íbamos sobrados de tiempo, dejamos rápido las cosas en el hotel y fuimos a las pistas de esquí para ponernos manos a la obra.
Hace un año justo fue la primera vez que me subía a una tabla de snowboard, estuve 5 días aprendiendo ‘por mi cuenta’ sin tomar clases, si quieres un poco cómo lo hice aquí te dejo un link con algunos consejos sobre cómo aprender a esquiar sin tomar clases. Este año siendo franca me sorprendió lo mucho que aguantaba en pié, el año pasado los primeros días a penas me levantaba del suelo, aunque las agujeta en todo el cuerpo al día siguiente eran exactamente las mismas.
Las vistas me recuerdan mucho a las de Zakopane, donde desde arriba de las pistas de esquí se podían ver todas las casas del pueblo.
INFORMACIÓN ÚTIL PARA ESQUIAR EN BENECKO, REPÚBLICA CHECA
- Precios alquiler del equipo de esquí: en mi caso hago snowboard, pero los precios son los mismos, unos 8€ el día completo (incluyendo botas, casco y tabla).
- Precio del forfait: hay dos modalidades de tarjetas:
- Tarjeta día completo o por horas: el precio es de unos 30€ por día.
- Tarjeta por puntos: cada pista vale una cantidad de puntos diferente y pagas por puntos.
- Tipos de pistas Benecko: como he dicho antes, hay muchas pistas repartidas por toda la montaña y hay de desde pistas rojas y negras (para los profesionales) hasta pistas muy pequeñas para principiantes.
Aquí os dejo el mapa pistas de Benecko, para que tengáis una idea de dónde están las pistas y las zonas de restaurantes y hoteles.
- Datos de la montaña: tiene una elevación de 750 – 1000 metros, tiene 12 pistas (alguna de ellas son nocturnas)
- Información útil para esquiar en La Montaña de los Gigantes: para más información aquí os dejo el link donde podéis encontrar todas las estaciones de esquí que hay en esa montaña.
Caminando por Benecko
Una peculiaridad sobre la estación de esquí de Benecko, es que las pistas de esquí están repartidas por toda la montaña atravesando incluso las casas. Para ir de una pista a otra tienes que andar por caminos como el que podéis ver en la foto de abajo, sin duda es un lugar perfecto para aquellos que quieren esquiar pero a la vez quieren disfrutar de un paisaje encantador, tomar un café y relajarse.
Debo reconocer que no hice snowboard a full time, pero es que de camino de una pista a otra me quedaba embobada con el paisaje y me quedaba por ahí. De vez en cuando me perdía sola y comenzaba a sacar fotos y curiosear, me hubiese encantado haber pasado unos días más para poder conocer mejor la zona y disfrutar de ella.
El domingo el cielo se levantó despejado, hacía un día fantástico y aunque seguía haciendo bastante frío, con todo el equipaje del esquí -snowboard en mi caso- la verdad es que no se notaba.
Es la primera vez en mi vida que he visto tantas estalactitas de hielo al aire libre, estaban por todas partes; en la ventana del hotel, de los restaurantes, en las puertas, carteles y hasta en las señales de tráfico.
INFORMACIÓN ÚTIL PARA VIAJAR A BENECKO, REPÚBLICA CHECA
- ¿Cómo llegar a Benecko?: Yo fui en coche desde Berlin. Alquilar un coche en Alemania suele salir por unos 20€ al día más gasolina
- Alojamiento en Benecko: decidí ir con menos de una semana de antelación, por lo que ya casi todo estaba ocupado. Al final encontré por Booking un hotel con desayuno por 15€ la noche.
- Comer en la Republica Checa: es increíblemente barato y la comida típica es buenísima, tengo aún un post pendiente sobre la comida típica checa. El precio por almuerzo con postre y café fue de unos 6€ ¡súper barato!
Quería aprovechar este post para presentaros a mi pequeño mamut, ya que será mi futuro compañero de viajes y lo veréis muy a menudo por el blog. Hace tiempo que lo tengo y también hace mucho tiempo que no lo saco, así que he pensado que es hora de llevármelo conmigo y enseñarle todos los lugares a los que vaya. De todos modos es un mamut, seguro que no reconoce cómo está el mundo ahora en los tiempos que corren … y además así de paso tengo modelo para las fotos.
Para terminar os dejo aquí la banda sonora de mi viaje, lo cierto es que hablar de piña colada en la nieve no tiene mucho sentido pero no podría contar la de veces que escuché esa canción en esos dos días.
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